domingo, 14 de junio de 2009

Desfase en el súper

Viajar en jet de pasajeros es una cosa muy poco natural, no sólo por el aire prefabricado que se respira en la cabina sino por la velocidad extrema, como de 1000 km por hora, lo cual hace que uno aparezca muy lejos muy pronto.  Esa traslación súbita trae varios desfases, comenzando por el de la hora, siguiendo por el clima, pasando por los billetes en el bolsillo.

No estaba preparado para el desfase en el supermercado.  Anoche con mi colega del apartamento nos tomamos las pintas y deambulamos de bar a bar y eso ayudó a un buen colapso a la hora de dormir.  Entonces las ganas de comer pancake me llevaron esta mañana al súper, lo cual combinado con la goma y con todo lo demás resultó una  experiencia como de sueño, con todos esos colores, la música de fondo, los pasillos estrechos.  

El súper, que en casa es símbolo de rutina y seguridad, fue lo que me dijo, ya estás acá.

lunes, 23 de febrero de 2009

Nueva partida

El otro día estuve donde mi amigo Ernesto, que se ha mudado a la montaña. Él vivía en un valle, donde hay una ciudad no muy lejos de la playa donde está la mía. Hacia la montaña, desde donde se ve el valle y hace mucho frío.

"El machete es tu amigo", le decía a Ernesto y lo afilaba con una lima que estaba entre sus herramientas.

Yo me estoy yendo de mi ciudad también. Es un proceso, de muchos aspectos, una mudanza de muchas cosas y un camino lleno de misterios y de esperanza también.

Allá a donde me voy hay un pueblo y tengo un vecino. Voy cada vez que puedo, porque todavía estoy acá, pero los pocos días que paso allá son intensos, con mucho aprendizaje.

Tengo mucho que contar y alguien me dijo que lo escribiera en un blog.

sábado, 19 de abril de 2008

Bendiciones

Hoy es uno de esos días de humedad. El sudor se queda en la ropa en todas las partes donde suele haber sudor y también en otras. Bajando de la casa al mundo, caminando a la ferretería, rápidamente éramos el sudor y yo que caminábamos. En días como hoy uno tiende a maldecir el clima, pero después me acuerdo de dormir a la intemperie en la hamaca sin temor de congelamiento y agradezco una vez más el sol de Panamá.

Pero entonces están los mosquitos, que desde las primeras lloviznas han vuelto a llenar el aire de mi cuarto. Entonces maldigo a la historia, por hacernos vivir en este pantano que es la Ciudad de Panamá.

sábado, 1 de marzo de 2008

Acumulación de imprevistos

Llama la cueva: la hamaca y el verano y los amigos en la tarde. Cinco meses han pasado, cortesía del escapismo, eficiente motor del descubrimiento. Cuando uno viaja se expone uno mucho más a la nube de los azares, las casualidades se acumulan, se van escribiendo las historias de los días y uno casi que está como sentado adentro de uno mirando lo que pasa.

Como todas las historias, tienen su parte triste y difícil y su parte fresa y fácil. Todas son parte del cuento, a todos esos azares malos y buenos se les da la bienvenida. Entonces se cruzan las preguntas grandes de la vida, como un perezoso cruzando la carretera. Hay que detenerse y ahí hay que pensar entonces. Ahí ya no funciona lo de dejar que el universo decida.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Luz a la medianoche


La última vez que vimos tierra fue el sábado en la tarde, saliendo de la punta sur de Nueva Zelanda. Desde entonces las cosas han ido cambiando de una manera difícil de explicar.

Ayer y hoy han sido días libres, por navidad, para pensar más de la cuenta y contemplar las olas, los albatros alrededor del barco. Esta mañana pasamos la convergencia antártica, donde comienza el mar realmente frío.

Hoy por primera vez hubo luz en la medianoche. Esto de los días sin fin altera la mente. Estamos esperando hielo en cualquier momento.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Tifón

Cuatro de la mañana. Anoche rodaba yo de un extremo al otro de la cama, como todo lo que no está amarrado, y el rodar se combinaba con los sueños. Desde ayer estamos navegando por un tifón, como le dicen al huracán por acá, y no hay para donde ir, no hay más nada que hacer que agarrarse duro.

Llevamos menos de una semana de haber iniciado la expedición contra la caza de ballenas de Japón, y empezamos a navegar hacia el sur, al Océano Austral en los alrededores de la Antártida. Por delante de nosotros, no sabemos exactamente dónde, la flota ballenera con sus arpones explosivos especialmente diseñados para matar ballenas.

Desde el principio se nos pegó un bote gigante de la guardia costera japonesa. La caza de ballenas ha sido formalmente militarizada. Los planes cambian y se inventan cada minuto.

Pero todo es normal igual. Las rutinas siguen igual, yo sigo despertándome a las 3.40 am para hacer mi turno mañanero, el almuerzo es a la misma hora, la gente es la misma. En medio de la locura, la normalidad.

domingo, 28 de octubre de 2007

Cerdos

La otra vez, en un breve espasmo de choli-fama en la tele, me tocó estar en boca del director de la Policía Nacional. Unos días más tarde, los tongos sacaban arrastrada de su casa a la señora Isabel Becker, una viejita ngöbe que estaba en el lugar donde la empresa gringa AES Panamá quiere construir la nueva hidroeléctrica en Bocas del Toro.

Como Panamá no tiene ejército, le toca a la policía ser el brazo armado del "desarrollo". En este caso, se trata de las hidroeléctricas gigantes que quieren hacer en los bosques de las montañas de Bocas del Toro, una de las regiones con más densa biodiversidad en el planeta Tierra. Las hidroeléctricas servirán para vender electricidad al extranjero y proveer energía para otros proyectos de "desarrollo" que beneficiarán a tres o cuatro personas y harán miserable la vida de unas cuantas miles.

Rolando Mirones, el director de la policía, estaba hablando alguna paja en la TV y citó una entrevista que me hicieron en FETV donde dije que a lo mejor la gente tendría que ponerse las pilas y resolver sus propios problemas sin esperar a que el gobierno se los resuelva. La razón por la que lo dije es que el gobierno, cada vez más, resulta ser el enemigo de la gente y la gente a veces anda sentada esperando a que sean los poderosos los que atiendan sus necesidades.

La gente de Bocas está tratando de dirigir su propio destino y resistiéndose a la destrucción de sus bosque, sus ríos y sus playas. Los policías, con sus garrotes y sus pistolas, están ahí para evitarlo, y para proteger las ganancias de las empresas de energía y de bienes raices, destruyendo casas, apaleando gente y sacando viejitas de su tierra a la fuerza.

Es una vergüenza que mis palabras sean usadas por un cerdo. Por ello, pido disculpas a mis amigos que leen este blog acá.

lunes, 15 de octubre de 2007

El zumbido que nos sostiene

El barco, como pequeño mundito industrialito que es, tiene su eterno ruido de fondo. Ahí donde estás leyendo, si cierras los ojos ahora mismo y abres las orejas, escuchas el ruido de la civilización. Aquí como es tan chiquito se escucha más claro: un generador de diesel, y el sistema de ventilación que aseguran que tenemos lámpara, compu y que no nos respiramos nuestros exhalados mientras dormimos. Si no lo notas, basta con poner la oreja contra la mesa: se escucha el zumbido que nos sostiene, clarito.

Este sistema, el de la civilización industrial, tiene menos de doscientos años de estar acá, pero es tan normal para uno que el zumbido se hace normal... el de los carros, con sus motores, todos juntos... ayer cuando bajábamos de la montaña surgió de nuevo el ruido de la ciudad, de miles de Daewoos juntos, y se notaba.

Pero no, no es normal.. es finito y le queda poco tiempo.. Mientras tanto, a disfrutar el milagro del barrio chino, con sus algas y sus guisantes fritos con wasabi.. venidos de tan lejos y tan baratos, no puede ser eterno. ¿Me entiendes?

viernes, 5 de octubre de 2007

Panamá es mi fuerza

Los viejitos han estado viniendo todos los días por ocho años a sentarse bajo una pequeña carpa en esta playa de Okinawa. Hay varias banderas en japonés y en la carpa está pintado un letrero que varias veces vi como grafiti en los muros de mi ciudad: “BASES NO”.

La playa está el pueblo de Nago, cerca del límite de la base militar gringa en Henoko, en la costa este de Okinawa. Uno de los jóvenes que está con los viejillos trabaja en una tienda de donuts, así que hay varias cajas con dulces y botellas de té y soda que los activistas, que hoy llevan 3904 días de protestar sentados aquí, compartían con nosotros.

Acá las protestas son diferentes. En esta sociedad, cualquier cosa que sea romper la ley, como cerrar una calle, es considerado algo violento. De modo que la gente llega y se sienta y no se rinde. Una chica de lentes gruesos que habla inglés empieza a contarnos que su vida es una pesadilla en la vecindad de la base militar gringa, que llegó en 1945 cuando los aliados arrasaron la isla en la segunda guerra mundial y está aquí con un acuerdo a perpetuidad.

En la base de Campo Schwab, en Henoko, hay un centro de entrenamiento de operaciones de selva, y muchas noches los lugareños la pasan en vela escuchando las bombas y los tiros. Los helicópteros pasan volando bajito, y los soldados dejan casquillos de bala y basura tirada por ahí. Y ahora los gringos quieren expandir su base, nos cuenta señalando un mapa, quieren construir un relleno encima de los corales y acabarán con los pocos manatíes o dugongs, como les llaman acá, que quedan en el área.

La muchacha habla con energía y con tristeza, como muchas veces se escucha hablar a los activistas, tratando de transmitir la urgencia de su lucha. Suena un poco como si a ella misma le costara creer que con estar sentados aquí vayan a poder sacar a una base militar de un país grande y poderoso.

Okinawa antes no era Japón. El imperio japonés se anexó la isla, que está más cerca de China que de Japón, a finales del siglo 19. La gente tiene tristes recuerdos de la guerra, cuando el emperador mandó a los jóvenes a morir al frente e hizo a la gente suicidarse. Aquí nadie ondea la bandera de Japón, que siempre los trató con desdén y abusó de ellos durante la guerra. Hoy Japón tiene un gobierno gringuero que defiende la permanencia de las bases militares extranjeras en este lugar.

Yo me siento conmovido por la lucha de los señores y pido hablarles, con la chica de los lentes gruesos traduciendo. Soy de Panamá, les cuento, en Centroamérica. Allá tuvimos bases gringas por 97 años, también tenían un lugar donde entrenaban a los soldados que iban a matar a los niños en Vietnam (en Fuerte Sherman, en Colón). Igual que acá, les cuento, en Panamá había gente que quería que las bases militares gringas se quedaran para siempre.

Pero los largamos, les cuento a los viejillos. La gente luchó, poco a poco, los estudiantes, la gente común como mis papás y muchos otros, cada uno haciendo su poquito. Peleaban, aunque fuera sólo con su opinión. Obligaron al gobierno de Panamá a ponerse de su lado. Y al final se fueron las bases, ya no están ahí. Se puede, quizá toma mucho tiempo, pero ustedes pueden sacar a los gringos de su isla.

Mis compañeros les hablaron también, les contaron de lo honrados que estaban de estar en la playa con ellos. Los viejillos aplaudían y se ponían contentos cuando les hablábamos. Después comimos donuts y tomamos té y nos sentamos bajo la carpa. Habló don Neoshi san, uno de los señores, y lo que contó fue que ahora que estaba viejo (a él le tocó pelear en la guerra y todo) tiene problemas para caminar más de diez pasos, pero que ahí está su esposa y compañera, y tienen una manera especial de caminar juntos que nos mostró, y así puede ir a donde quiera. No importa nada más en la vida, nos dijo, lo más importante es el amor.

Nos quedamos hasta el mediodía, y cuando nos íbamos los jóvenes sacaron banderas de colores que decían “PEACE”. Nos despedimos dándole la mano a cada uno de los viejillos, inclinando la cabeza, y ellos decían arigato, gracias.

Una de las señoras, una viejita muy arrugada, me miró a los ojos cuando se despedía. Panamá es mi fuerza, me dijo. Arigato.

Ver también:
Emigrante sin destino: Okinawa
Save dugong, no base in Henoko, Okinawa, Japan



sábado, 29 de septiembre de 2007

Los que agarran la pelota

En esta ocasión se la dedico al estúpido que me escribió una carta que salió hoy en La Prensa. No estoy para mandar una respuesta al periódico, así que le contesto aquí en Kilómetro cero, donde igual seguro él nunca lo leerá.

La carta (La Prensa, 29 de septiembre de 2007):

23 DE SEPTIEMBRE.La página del lector de la edición de La Prensa del día 21 de septiembre de 2007 tiene una nota del biólogo Mir Rodríguez, donde se queja de que este periódico "le asigna a Balboa el risible y ofensivo título de descubridor del Mar del Sur". Continúa diciendo: "Este monumento representa a un guerrero en proceso de ocupar y saquear naciones a sangre y fuego, de pie sobre un globo terráqueo… el cual está sostenido por figuras de razas inferiores, entre negros o indios". Sugiere el señor Rodríguez "que a Balboa hay que fundirlo y hacer con él un monumento dedicado a la paz, la hermandad y el amor entre distintas gentes que conforman este país".

El monumento a Balboa no "representa a un guerrero en proceso de ocupar y saquear naciones a sangre y fuego", sino en proceso de dar a conocer al mundo occidental el mayor océano de la Tierra y no he visto en ese monumento ningún letrero que diga que esos supuestos "negros o indios" que circundan el globo terrestre sean "razas inferiores".

Eso está solamente en la imaginación del señor Rodríguez.Supongo que este señor querrá fundir también la estatua de la madre Teresa de Calcuta que pusieron los albaneses en el aeropuerto de Tirana, porque, según unas cartas recientemente descubiertas, esa beata llegó a dudar de la existencia de Dios. Para no ir tan lejos, también habría que fundir el monumento a Belisario Porras porque, según sus historiadores, habló siempre con acento bogotano y se negó a aceptar la nacionalidad panameña hasta que en 1912 regresó de Nicaragua para ser presidente.

El señor Rodríguez debe entender que las estatuas son símbolos de los hechos memorables que hayan protagonizado quienes estén representados en ellas, no de los errores que éstos, como seres humanos que son, hayan cometido.La madre Teresa es una de las personas que más merecen estar en los altares, por más dudas que tuviera.

El doctor Porras ha sido el mejor presidente de Panamá, por más que renunciara a ser panameño durante una década de su vida.La gente que representa la estatua de Vasco Núñez de Balboa, para bien o para mal, abrió nuestro país a la civilización occidental, mezcló su sangre con la de nuestros aborígenes, nos trajo su lengua, su religión, sus leyes, el concepto de "naciones" que supuestamente saqueó el que está allí representado y hasta el apellido del señor Rodríguez. Vasco Núñez de Balboa descubrió o pensó que descubría el inmenso mar que baña las costas occidentales de nuestra América de polo a polo y eso no creo que tenga nada de "risible y ofensivo", por más "naciones" que haya saqueado.Recordemos lo que dijo Cristo hace dos mil años: "El que esté libre de pecado que tire la primera piedra".

Francisco Moreno Mejías

Mira Francisco: la madre Teresa, Dios y Colombia no tienen nada que ver con la estatua de Balboa. ¿A qué viene esa idiotez? Siguiendo tu análisis, habría que ponerle una estatua a Estalin en el parque Urracá y una a Noriega en el patio de tu casa, porque no hicieron más que cometer errores como pobres seres humanos que fueron. ¿Quienes somos para criticarlos? El que esté libre de pecado, etc etc. Qué bobo. La verdad ni sé si vale la pena seguir contestándote.

La carta más bien confirma mi punto: Vasco Núñez de Balboa es una vergüenza nacional y no hay motivo alguno para que esté en los cuaras, en la pinta ni en la estatua. Es sólo a través de visiones de pereza y tradición, como las del niño que escribió la carta de arriba, que le siguen llamando descubridor y lo siguen viendo como símbolo.

La gente que está agarrando la pelota donde está parado Balboa en su estatua salió hoy en la portada de La Prensa. Son los ngöbe que se están muriendo de las enfermedades de la desnutrición y el agua sucia allá en el oeste de Panamá. Los otros, los negros que se agarran a balazos en los barrios de la Ciudad de Panamá, aparecen todos los días en las portadas de los otros periódicos.

Los países de América han sido fundados sobre los huesos de los niños ngöbe y sobre las cenizas de millones de africanos esclavizados y sus herederos. Eso da mucha vergüenza, y lo hace a uno sentirse incómodo y uno no sabe qué pensar, pero no por eso hay que hacer como que no pasó y no sigue pasando.

Abajo, mi carta original (La Prensa, 21 de septiembre de 2007).

17 DE SEPTIEMBRE. He estado leyendo con algo de desconcierto el debate en torno a la estatua de Vasco Núñez de Balboa. Se ha hablado de todo, menos del hombre en cuestión.La Prensa, perezosamente, le asigna a Balboa el risible y ofensivo título de "descubridor del Mar del Sur".

Esto es típico del tema de Balboa, el cual, por cuestión de costumbre, nos hemos quedado sin abordar apropiadamente. ¿Esta estatua y este individuo son símbolos de qué, exactamente? El monumento representa a un guerrero en proceso de ocupar y saquear naciones a sangre y fuego, de pie sobre un globo terráqueo del cual su gente se sentía dueña, el cual está sostenido por figuras de razas "inferiores", entre negros o indios.

¿Es apropiado para un país pacifista como Panamá el tener a un conquistador con casco y armadura, destructor de naciones, como símbolo de la patria? Lo importante del parque donde está la estatua de Balboa, como bien dice el arquitecto Mejía-Andrión, es su papel como sitio para el romance, en una ciudad casi sin espacios públicos.

Sugiero que a Balboa hay que fundirlo y hacer con él un monumento dedicado a la paz, la hermandad y el amor entre las distintas gentes que conforman este país.

domingo, 23 de septiembre de 2007

Mar

Las cosas son de otra manera aca. Yo se que ya lo dije, pero es tan verdad. Todo se mueve. Tengo jefe. La comida siempre esta a las 12. Mi cama es chiquita. Etc.

sábado, 22 de septiembre de 2007

Parqueando en cofishop

La vista de la ciudad, frente a las vías del tram y rodeado de bicicletas era lo que quería yo de esta tarde de sábado.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Denuevo patrás

A veces, o casi siempre, es como que la vida el algo que le pasa a uno, como que una cosa que ocurre, más que algo dirigido o controlado.

Ahora me dirijo a la otra vida, allá en el mar. Lejos, lejos, más allá de lo que yo pensaba que era lejos. Abandono mi ciudad por unos cuantos meses a ver a otra gente, hacer otras cosas.

Nos vemos a la vuelta.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Soy más papi que tú y te voy a penetrar

Este es el problema con que los hombres mandemos en el mundo. Los otros días el ejército de Rusia ensayó una súper bomba que no es nuclear pero es como si fuera. "Vale la pena mencionar que esta bomba no contamina el ambiente", dijo Alexander Rukshin, un alto milico de ese país. Simplemente se encarga de "evaporar todo lo que esté vivo" en un radio de unos 300 metros.

Los rusos enseñaban orgullosos la explosión de su nueva bomba ecológica, apodada "El Papi De Todas Las Bombas" (en serio) que funciona de una manera más "eficiente" que los explosivos convencionales, cocinando a la gente a través de una onda de expansión ultrasónica y temperaturas súper altas.

Los gringos dicen yo soy más malo que tú. La nueva bomba rusa no es "penetradora", dijo el general retirado Thomas McInerney en una entrevista. "Los gringos tenemos una nueva artillería penetradora masiva de 30 mil libras que realmente penetra ... no hay nada en Irán que no podamos penetrar".

La nueva bomba penetradora gringa, que tiene forma de pipí gigante (ver foto), está siendo desarrollada por Boeing, los mismos que hacen la mayoría de los aviones de Copa.

Lo que hay que acordarse es que el hecho de que alguien sea presidente o general en el ejército no significa que sea inteligente o mentalmente balanceado. Entre la gente que manda en el mundo hay muchos a los que congueaban en primaria o que las chicas no les hacían caso y entonces de alguna manera llegaron al poder. Y todos son hombres.

Ellos, aparte de testosterona, tienen chequera y manzanillos a su alrededor y se dedican a hacer bombas cada vez más grandes. Con estos idiotas con fantasías penetradoras al mando del mundo gastándose la plata en bombas eficientes las cosas no se están viendo muy bien para el resto de nosotros.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Esquizofrenia de mundos

A veces pasa que tenemos más de una vida. Son como mundos aparte, con gente aparte. Existen en paralelo, y lo único que los toca a los dos es uno mismo.

Ahora me toca irme a otro mundo: el mundo del mar.

A veces es el mundo de tu cuarto y el mundo de la sala de la casa. El mundo del trabajo y el mundo de la familia. Otras veces los mundos están separados por grandes espacios, como cuando te has ido de tu país, y tienes a tus amigos, tus historias, tus realidades allá, que nadie conoce acá.

En mi vida del mar trabajo ocho horas al día. Vivo en un barco, un espacio finito, donde afuera están los océanos fríos y peligrosos, que se mueve de un país a otro. Un lugar que se mueve. Donde las realidades más extremas se hacen normales.

Allá nadie sabe cómo es acá. Nadie sabe de la ensalada de mango ni de las gatas ni de los buses.

Allá hay sala de máquinas, olor a diesel, trabajo físico, nudos, motores fuera de borda. Allá hay amigos que nadie conoce acá.

Uno quisiera explicarle a un mundo sobre el otro mundo, pero no se puede.